Creo que el inodoro intenta
decirme algo. Lo hace cada vez que acciono el pulsador y se descarga el agua de
la cisterna. En poco vuelve a llenarse, como cualquier retrete, pero al acabar el
proceso emite un ruido entrecortado y farfullante comparable a un bramido
semihumano: Brrupp-Trptr-Brumpp-Prtgrrr… Es una estridencia molesta y algo
enigmática, por lo que me lleva a destapar el depósito, a desplazar el
latiguillo de la válvula de llenado y a limpiar los restos de cal. Después,
recoloco la tapa, vuelvo a presionar el tirador y, esta vez, al final, escucho
claramente lo que intentaba decirme.
Psicofonías enigmáticas que, sin embargo, requieren algo de ayuda para manifestarse en toda su extensión. Te imagino con la antena puesta en tu vida cotidiana, una sensibilidad especial capaz de extraer buenas historias de cualquier detalle.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Ángel. En realidad, eso del inodoro me pasa cada vez que voy al baño y le doy a la palanquita, en serio. Debe estar averiado, y mi padre que es un manitas no ha encontrado el porqué de ese crujido sonoro. Abrió el depósito y lo inspeccionó todo. Mas bien son "cacafonías", jeje. El ruido es como un mugido de vaca o el sonido que emiten esas alargadas trompetas tibétanas utilizadas para sus ceremonías budistas (se llaman dungchen, he consultado wikipedía). Estate alerta, esto de los inodoros es un mundo.
EliminarGracias por comentar.
Un abrazo