Soy Adam Britt, ingeniero aeronáutico. Llevo unas semanas enseñando a
volar a una criatura alada y picuda. Tanto su peso como su envergadura son
reducidos, y sus patas delgadas, fuertes, capaces de agarrarse a las ramas
de los árboles. Sus alas son pequeñas, sin embargo eso no debería impedir que
alzara el vuelo. El problema es que esta peculiar ave está demasiado pendiente
de su aleteo, y así no logrará volar con soltura. Desde los tejados de las
viviendas o las copas de los árboles, le sugiero que visualice el ascenso, el
planeo, y que no piense en sus alas, pues si por un momento se pregunta cómo consigue
volar caería en picado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario