Morir en la espera es
la muerte más elegante. Me refiero al hecho de permanecer en un sitio donde se
cree que ha de acudir alguna persona u ocurrir algo. Por ejemplo cuando quedas con
alguien que se retrasa en una cita, o cuando se demora la llegada del tren en
la estación, o cuando haces una cola interminable esperando a que llegue tu
turno…Durante ese dilatado tiempo, el aire huele a bayeta mojada, a humedad
nauseabunda. Provoca un mareo tranquilo; que no desgarra, pero desploma; y
tiene el mismo efecto que descerrajarse a tiros o ahorcarse con una soga.
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