Visionar los plenos
del pueblo por la televisión local se había convertido en una actividad
estupenda para reunirnos. Comprábamos pizzas y mucha cerveza, y como si de un
derbi futbolístico se tratara nos arrellanábamos en el sofá para debatir entre
nosotros los temas que se trataban. La última vez, al cabo de tres horas de
encarnizado debate, nos mostramos indignados al interpretar en las palabras de
un concejal que algunos trabajos se daban a dedo; por lo que “Carachivo” y “El
pecas”, enganchados del cuello y bastante mamados, se bajaron los pantalones
apuntando al monitor para dar luz al asunto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario