A las personas que mueren y son reanimadas por algún tipo de brujería
las llamamos zombis; cadáveres que han vuelto a la vida, muertos vivientes. Algunos,
incomprensiblemente, lejos de considerarse cuerpos sin alma, se esfuerzan en
formar parte de las familias. Esa cercanía que despiertan en nosotros puede que
también se deba a algún tipo de magia. Lo cierto es que las historias que se
cuentan a través de la cultura popular han extendido creencias exageradas y
fantasmagóricas al respecto. El argumento que yo postulo, por mi experiencia,
es que son humanos normales, algo pestilentes, pero con las mismas propiedades
físicas que tenemos nosotros. Sus estados mentales –eso sí lo corroboro– no
presentan conciencia, ni sensación de dolor ni empatía. Sin embargo, en las
casas, funcionan muy bien como sirvientes; pueden amaestrarse como autómatas
capaces de realizar las tareas domésticas. Obedecen en todo, incluso, si se les
pide, pueden asearse diariamente para anular su hedor mortecino. Yo los
recomiendo en cualquier hogar; no encontraréis mucha diferencia con algunos
humanos desanimados que han perdido la voluntad y la capacidad de amar.
martes, 27 de febrero de 2018
viernes, 23 de febrero de 2018
HACEMOS DEMASIADO RUIDO
Con un bolígrafo y un papel me enredo en mi ignorancia, en mis
pensamientos, en la voz que me habla, y dejo que me dicte sin pensar en el
ridículo porque lo que es saber, no sé nada. Escupo frases, palabras nuevas,
una idea que de repente surge y luego se enlaza con otra, como un cadáver
exquisito que se mezcla sin buscar el sentido. Solo conviene afilar la sorpresa,
el desconcierto, y escribir lo que sea, unas doscientas palabras al día. Me
dicen que parezco sensato, maduro, consecuente con lo que escribo. Y yo me río.
Me rebozo en el suelo haciendo la croqueta y luego me tiro un pedo. Qué más da
todo. «Soy artista», les digo. «Ah, vale… un bohemio», exclaman entendiéndolo todo.
Entonces me pongo serio, circunspecto. Les digo que preferiría ser un anciano
que toma el fresco sentado en una silla de mimbre, bajo el cálido cobijo de un
olivo, satisfecho de lo que ha vivido y de saber de lo que sabe. Ellos sí que
son sabios; igual que los árboles que permanecen arraigados a la tierra durante
siglos. Oyen, ven y callan. Pertenecen de verdad a un territorio, a un sitio, antes
de que la estupidez humana apareciera para talarlos. Si digo lo que digo es
porque, en realidad, nosotros no somos nadie. ¿Verdad que hacemos demasiado
ruido?
jueves, 22 de febrero de 2018
EL DILEMA
Después de darle muchas vueltas a la cabeza, lanzo una moneda para
decidirme por una de las dos opciones. Decido solucionar el dilema con
calderilla, sí, con una monedita de dos céntimos; no tengo nada más en la
cartera. La coloco sobre la uña de mi pulgar derecho y, ayudado por la yema de
mi dedo índice, la impulso hacia arriba. La sigo con la mirada. Al caer al
suelo no hace ni ruido, se queda de canto y va rodando por la cocina hasta que
se detiene debajo de la mesa donde desayuno. Aguanta ahí, de pie, sin
determinarse.
miércoles, 21 de febrero de 2018
EL GENIO DE LAS MATEMÁTICAS
El conocido genio de las matemáticas dejó de serlo al mes de morir su
madre. Se suicidó. Incluso su final fue una genialidad, una lección extraordinaria
dotada de precisión que estaba por encima de las consecuencias fatales de la
muerte. Buscó un modo tan original y bello, basándose en la lógica fundamental
de todo lo que existe y de lo que no existe, que la sociedad, lejos de barajar
en el incidente una respuesta traumática que evidenciara un profundo pesar, se
limitó a salir a la calle para aplaudir efusivamente y en masa la admirable manera
en que lo hizo.
lunes, 19 de febrero de 2018
LA PIEL DE LOS HIMNOS
El jabón es una necesidad, no un estilo de vida. Es imprescindible en
las pieles humanas que sudan. No tanto en la piel de los enseres domésticos y
los suelos de las casas. Yo, pocas veces paso la fregona en la epidermis de las
baldosas y la tez barnizada de los muebles. Tendríais que ver la mesa de mi comedor…
Como ahí, prácticamente, no hago la vida, en ella puedo escribir poemas con el
dedo, igual que en el cristal trasero de mi Seat Córdoba. ¡Madre mía, qué bien
lo conservo! Nadie diría que es un vehículo antiguo. En realidad es un coche
maravilloso, una reliquia del pasado expuesta todos los días en la calle, junto
al estanque de los patos. Su piel es de un gris platino que, cuando se ensucia
por las capas de tiempo, permite a la gente soñadora escribir cosas y hacer
dibujos obscenos. Dales una explanada de polvo y te garabatearán un mundo sucio
y perecedero. Igual que yo lo hago en las polvaredas de mi casa, pues en ellas fantaseo,
escribo ocurrencias y esbozo personajes mientras silbo alegre un himno
fantástico al que nadie ha sabido ponerle letra.
viernes, 16 de febrero de 2018
DEJAR HUELLA
Dejar huella de tu paso por el mundo es algo parecido a tirar un vaso
de líquido de tu esencia en la inmensidad del océano. Es dejar escapar una
ventosidad de lo más hondo de tu ser mientras caminas por una selva amazónica.
Nuestras cualidades son invisibles. Aunque, como en la lotería, a unos les
llega el reconocimiento por su trabajo de hormiga durante toda una vida, a
otros por la excentricidad de su talento y a otros por cualquier otra cosa. A
saber. Consiguen la fama, la notoriedad y el prestigio, y su éxito abarca todo
el mundo, al mundo. Algunos creen que vuelan alto. Les cuelgan medallas, porque
sus saltos son tan formidables que alcanzan las nubes, los bajos del paraíso,
el cielo, la gloria. Sin embargo, la gravedad es contradictoria, despiadada, y
solo los que no se dan importancia, los más livianos, se elevan lo suficiente
para mantenerse levitando como seres dignos de ejemplo. Eso lo barrunta ahora
un señor vanidoso, con aires de grandeza, postrado en la cama, solo, esperando
a que le alcance la muerte.
martes, 13 de febrero de 2018
ESTEFANÍA
Dicen que en el barrio hay un señor que no ha trabajado nunca en su
vida. Pasea mucho por el pueblo, come en los restaurantes de amigos y lee novelas del
Oeste. Alguna vez me lo he encontrado dormido en el parque, sentado en un banco,
con mendrugos de pan en las manos y decenas de palomas revoloteando a su
alrededor, sin enterarse de nada. Dios tiene un plan para cada uno. También para
ti. Sí. Aunque lo mires con un desaire que raya el desprecio; como si la
dignidad y el trabajo debieran ir siempre cogidos de la mano.
sábado, 10 de febrero de 2018
LA ÚNICA VERDAD
La única verdad que decía era cuando llegaba a su domicilio. Pulsaba el
botón del portero automático y, al oír la voz de su mujer preguntando quién era,
decía: «soy yo». Con el frío en sus palabras y la mentira como bandera, se pasaba
días fuera de casa. Adicto a las tinieblas, la delincuencia y a las tretas. No
era un ejemplo de persona, de eso no cabía duda. Era un ser mezquino que no
merecía vivir en una casa tan confortable como aquella; con todas las
comodidades y una familia que, por fin, esa noche dejó de ser buena.
jueves, 8 de febrero de 2018
LA GRIPE
La gripe vuela por casa igual que los mosquitos siseantes antes de
picar. Esta epidemia es invisible para nosotros, pero Brutus, mi mastín, ladra
diferente cuando la nota en el ambiente. Su ladrido se vuelve leve y atiplado.
Ridículo. Pierde todo su carácter perruno. Yo lo acaricio para que sepa que
estoy con él; que sienta mi afecto, mi amistad incondicional. Los perros, esta
maravillosa hibridación de razas, son los únicos animales que se adaptan a
todas las regiones de la Tierra. La raza humana es incapaz de hacerlo. Uff, pobrecito, con esta gripe parece que maúlle como un gato.
miércoles, 7 de febrero de 2018
LAS ESTACIONES
Cuando hace un calor sofocante e impropio de la temporada de invierno,
alguien salta y dice.
–¡Esto no es normal, lo pagaremos más adelante, ya veréis!
Como si el tiempo fuera un ser malévolo que jamás regala nada. «Disfrutad
ahora que podéis de este cálido sol», diría si estuviera dentro de ese cuerpo
vengativo. Y puede que haya algo de verdad en esa alarma; y que lo pagaremos. El
tiempo, que es caprichoso y cambiante, modela su estado en función del coraje y
las ganas de acción. De ahí que, desde hace algunos años, podamos aseverar que
solo existen dos estaciones. Se dice que el motivo es por el cambio climático,
pero a mí no me convence ese argumento. Malpienso de Dios. Seguro que está
detrás de todo este asunto; riéndose sardónico y barajando las alternativas que
tiene para hacer de este planeta un lugar inhabitable.
martes, 6 de febrero de 2018
RODAJAS DE LIMBO
El ama de casa coloca sus vivencias en el interior de tupperwares de
distintas capacidades. Tiene muchos. Tantos como vivencias. Con una etiqueta las
clasifica. Escribe el tipo de experiencia y la fecha, quedando encerradas
herméticamente en los envases de plástico. Algunas las coloca en la nevera; las
que deduce que van a consumirse pronto, y otras en el armario oscuro de la
despensa, junto a las latas y los frutos secos. Los acontecimientos inesperados
no los guarda en ningún sitio, la entristecen; son de consumo rápido. Se
proyectan en su mente cuando quieren, caprichosamente, como jugosas rodajas de
limbo.
Relato finalista en Wonderland el 28/04/2018
Relato finalista en Wonderland el 28/04/2018
sábado, 3 de febrero de 2018
VAYA TELA
Cuando tu ropa interior huele a festival es que en la cajonera se ha
celebrado una fiesta que apesta a locura y a conciertos de flipaos que se cagan
en todo. Un aroma de bilis se revela en sus paredes de madera. Litronas de
meado y pedos contenidos. ¡Vaya tela la de ese cajón de sastre! Todo el tejido
dado de sí por culpa de unos teloneros peludos que regurgitan música sucia y deshilachada.
Ahí te quiero ver por la mañana, querido, abriendo la cómoda de tus entrañas para
enfundarte unos calcetines o unos calzoncillos con nicotina de la buena.
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