La gripe vuela por casa igual que los mosquitos siseantes antes de
picar. Esta epidemia es invisible para nosotros, pero Brutus, mi mastín, ladra
diferente cuando la nota en el ambiente. Su ladrido se vuelve leve y atiplado.
Ridículo. Pierde todo su carácter perruno. Yo lo acaricio para que sepa que
estoy con él; que sienta mi afecto, mi amistad incondicional. Los perros, esta
maravillosa hibridación de razas, son los únicos animales que se adaptan a
todas las regiones de la Tierra. La raza humana es incapaz de hacerlo. Uff, pobrecito, con esta gripe parece que maúlle como un gato.
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