Un
perro y una gata bien avenidos tenían una servicial y cariñosa camarera en su
casa. Cada día la sacaban a pasear para que se acostumbrara a hacer sus
necesidades fuera, y la soltaban en un parque cercano para que corriera y jugara.
Allí se reunían más razas: abogados, electricistas, profesores, músicos, arquitectos,
informáticos…siempre con sus respectivos amos. Un día, sin esperarlo, apareció una
cuadrilla de políticos callejeros, rabiosos, deseosos de abordar a su dulce
camarera. La pareja trató de ahuyentarlos, pero uno de los políticos se colocó
tras ella y la montó, sin reparar en las consecuencias del cruce.
No hay comentarios:
Publicar un comentario