La primera vez que perdí un zapato
fue en un concierto de los Suaves. La niebla que se respiraba en la sala y las
cervezas contribuyeron a que el extravío no supusiera ningún obstáculo
significativo. Durante el solo del guitarrista, imité su virtuosismo con mi
guitarra imaginaria, y, por suerte, al fijar mi vista al suelo, vislumbré como mi
viejo mocasín se revolvía por aquel bosque de piernas. Las sacudidas
involuntarias que recibí al tratar de recogerlo me llevaron delante del todo, y
allí me lo calcé. Sin embargo, tras la zambullida del cantante desde la tarima,
no recuerdo nada más.
jajaj, fuiste uno de los afectados de Yosi. Bueno, la verdad es que arriesga (yo no sé como no lo llaman para ese concurso de saltos en trampolín), pero el karma es el karma y otras veces el que se la pega es él http://www.elcorreo.com/bizkaia/culturas/musica/201512/14/yosi-suaves-herido-tras-20151214094917.html
ResponderEliminarSupongo que este relato es un homenaje a su última pirueta. Más alto, más al límite, sin seguro siempre este Yosi.