miércoles, 6 de julio de 2016

TEST

El plural de la palabra «test» suena con una ese final muy sonora: testsssssssss.
Los incisivos de arriba se tocan con los de abajo y la lengua se sitúa tras ellos siseando como una serpiente que manda callar. Sonríes silencios. Un sonido de válvula a presión pulveriza las paredes del cerebro y proyectas arte con sprays: algo aéreo con soles. La coreografía tóxica de unos insecticidas te hace bailar al son de los zumbidos veraniegos que, como se sabe, provocan severos apretones. Entonces, solo deseas llegar a tiempo al receptáculo para orinar el sifón carbónico de tu vejiga, y que se deshinche gradualmente, como un globo pinchado.

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