martes, 19 de julio de 2016

DOS PATATAS

Sus pies no tienen arco. Son completamente planos. Hinchados y sin tobillos. Dos patatas gigantes con uñas. Tendríais que ver las pisadas que imprimen en la playa al andar por la arena mojada. Dejan surcos de medio palmo y la gente observa cómo se llenan de agua. Luego, alzan la vista y escanean su cuerpo con la mirada, esperando encontrar un rostro acorde: dos ojillos de cerdo, una nariz como una aldaba y la boca deforme, de rape, desquiciada. Sin embargo, se encuentran con una grata sorpresa, pues resulta ser una muchacha agraciada, extravagante, vivaracha, única, emergente, esplendorosa…pura belleza.

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