miércoles, 22 de abril de 2015

EL FINAL



Le construí un final con varios listones de madera, unos cuantos clavos y un martillo. Después le prendí fuego y me quedé observando como las llamas convertían la materia en un montón de cenizas ardientes, incandescentes. Me arropé cerca de los restos, a la lumbre de sus rescoldos, pues la noche en el bosque se adivinaba fría. Descansé metido en mi saco de dormir, y por la mañana ya nada me oprimía. Me sentía renovado, libre. Sin embargo, aquel humillo blanco que aún evocaba su presencia sobre la hoguera me llevó a extinguirla del todo con un generoso meado matutino.

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