miércoles, 1 de junio de 2016

ATRACCIÓN

Observo a una chica morena que sube al autobús y se sienta delante de mí. La contemplo hasta sentir atracción. Se baja enseguida. En su sitio se sienta una señora mayor que va cargada con una bolsa llena de peras. Las descansa sobre el asiento de al lado, está vacío. Un frenazo hace que dos de las peras salgan de la bolsa y se liberen de las otras. Su olor intenso abre las ventanillas de mi nariz. Son de piel fina, verdosas, de esa forma globosa tan característica, con la pinta de ser muy jugosas… Las contemplo hasta sentir atracción.   

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