sábado, 9 de enero de 2021

LA RECETA

Confundí mi lengua con la pequeña porción de salmón que iba sobre el arroz, el «sushi amasado» o Nigirizushi en japonés. Utilicé los palillos para metérmelo entero en la boca y, con la confianza de que lo que uno mastica es comida, mordí la punta de mi lengua con tanta intensidad que la cercené, y ese pedacito de carne esponjosa quedó suelto en el interior de mi boca, amasándose con el arroz, la fina tira de alga y la sangre que lo aglutinaba todo en un exquisito bocado. No sentí dolor, fue en el siguiente bocado cuando fui consciente de lo que me había comido. Y repetí. Ya os pasaré la receta.

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