viernes, 12 de abril de 2019

ATOS


Atos, el gato negro que quiere ser humano, prueba de mear de pie cada mañana. Va al baño, levanta la tapa y, situado a una distancia adecuada, a medio metro del váter aproximadamente, se levanta con las patas traseras, se apuntala con su cola y orina como un hombre. Esta conducta ha hecho que no deje marcas de olor y tampoco marque su territorio en la casa. Ha dejado de usar el arenero, y se siente orgulloso. Gracias a la práctica adquirida y a su tesón, el felino consigue una parábola perfecta y un chorro limpio y certero que, si no lo ves mientras hace sus necesidades, suena a micción humana.     

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