martes, 4 de diciembre de 2018

LA VISITA


Hoy ha venido a verme una mujer que no conozco. Se ha detenido ante mi pequeño altar tallado en mármol y ha dejado una rosa de plástico. Se ha santiguado y ha regurgitado una flema con todas sus fuerzas para escupirla en mi fotografía. Luego, con un brillo extraño en sus ojos, ha recordado en voz alta algo horrible que hice. Me ha sorprendido; pensaba que no lo sabía nadie. Al parecer, aún no se me ha perdonado por mis pecados.
     Cuando nos llega el final y descubrimos las claves del mundo, el misterio que nos plantea la muerte mientras vivimos queda resuelto al momento. Lo que hay tras ella –ahora puedo decirlo– es más existencia, mucha más que muerte. Os lo aseguro. Y, en realidad, desde donde me hallo, resulta más enigmático y desconcertante responder a quién es esa mujer que ha venido a verme que qué hay cuando morimos.

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