Cada día, coincidiendo con la
siesta, se articulaban desagradables estridencias procedentes del patio de
luces. Alguien hacía sonar una trompeta. Las paredes de la angosta galería
vecinal amplificaban la acústica, por lo que el vómito que se proyectaba desde aquella
campana de metal era, más bien, un alud insufrible de torpedos sonoros. La
intención musical existía pero, al arrojar piedras de aire en vez de notas afinadas,
todo crujía y explosionaba inexorablemente. Así, ajeno a esas resonancias más propias
del estrépito y el mareo, el voluntarioso vecino insistía en enlazar la escala
cromática –tropezando torpemente en la progresión de cada semitono–, repetía una
y otra vez ejercicios básicos para desarrollar la técnica –cayendo en constantes
imprecisiones– y, para concluir su ensayo y otorgarse el gusto de chapotear en
el fango de una melodía, elegía siempre el conocido Himno a la Alegría de
Beethoven para interpretarlo como quien sale a la calle acompañado por un
organillo con manivela y una cabra que berrea.
lunes, 29 de junio de 2015
sábado, 27 de junio de 2015
ADIÓS
Estuve toda la noche hablando en
voz alta conmigo misma delante del espejo. Siempre me contaba cosas, repasaba
lo acontecido durante el día y, a medida que entraba en materia, reflexionaba
como una adulta sobre lo que en realidad me entristecía profundamente. Hablarse
a uno mismo era lo propio en casa, se lo había visto hacer a mi padre en su
habitación y a mi madre en la suya. Luego, en las zonas comunes, no nos
comunicábamos; ni nos mirábamos. Esa mañana lo tuve claro, vi mí bicicleta rosa
apoyada en la valla y un amanecer resplandeciente que me iluminaba.
viernes, 26 de junio de 2015
ESOS OSOS TENEBROSOS
El noventa por ciento de los
peluches adorables contienen un monstruo tenebroso y despiadado en su interior.
Los ositos de felpa con ojos de botón son los que poseen más sed de venganza. Lo
aguantan todo. De ahí que al sublevarse lo hagan con más ferocidad. Durante muchas
noches y bajo el asfixiante infierno de la colcha, soportan los achuchones y las
babas de esas criaturas caprichosas que practican, inconscientemente, el
maltrato. Al final, sus inertes almas de algodón se activan para convertirse en
velludas alimañas que anhelan desgarrar la carne blandita de esos mocosos que
lloran con extrema facilidad.
Relato finalista en Wonderland el 13/09/2015
El relato ganador fue "La sal de la vida" de Lola Sanabria. También estuvieron entre los finalistas "Partes idénticas", de Maria Belén Mateos; "Transistor de plomo", de Luis San José López; "Pulsaciones vacias", de Gabriel Pérez, "Diosa", de Patricia Collazo; "Un pequeño paso para la mujer, pero un gran santo para la humanidad", de Miguel Ángel Cejudo. Clica AQUÍ para leer sus micros.
Relato finalista en Wonderland el 13/09/2015
El relato ganador fue "La sal de la vida" de Lola Sanabria. También estuvieron entre los finalistas "Partes idénticas", de Maria Belén Mateos; "Transistor de plomo", de Luis San José López; "Pulsaciones vacias", de Gabriel Pérez, "Diosa", de Patricia Collazo; "Un pequeño paso para la mujer, pero un gran santo para la humanidad", de Miguel Ángel Cejudo. Clica AQUÍ para leer sus micros.
lunes, 22 de junio de 2015
AÑORANZA DEL AHORA
Un ataque de nostalgia puede
aparecer en cualquier momento. Eso sí, debes ser como una hormiguita y sentir
que la grandeza nada tiene que ver con lo tangible, debes notar como la morriña
anida dentro de ti y creces en esa singular fragilidad y, sobre todo, debes ansiar
los milagros de la vida; esos sencillos y cercanos que nadie ve. De esa manera,
no tardarás en ser sorprendido en la azotea de tu casa por la añoranza del
ahora, tendiendo la ropa y oliendo esa fragancia a lavanda que se desprende de
la ropa mojada y tanto te recuerda a ella.
viernes, 19 de junio de 2015
E.T. (Eduardo Tijeras)
Mientras esperaba mi turno en una conocida barbería del barrio pude observar cómo el peluquero intentaba realizar el corte
a un humanoide azul de cabellos límpidos y cabeza semitransparente. Era evidente
que venía de otro mundo, pues sus atributos faciales, además de traslúcidos, tenían
la peculiaridad de desplazarse circularmente por su semblante ovoidal. Así, ojos,
orejas, nariz y boca se movían por ese límite corpóreo como piezas de una
ruleta que no cesaban de voltear, incluida la sedosa pelambrera que intentaba mantener
entre sus dedos. Desesperados resuellos hacían presagiar una ardua tarea que –de
resolverse– reafirmaría el apodo de «manostijeras».
sábado, 13 de junio de 2015
SUSTANCIA CICLISTA
Mi excentricidad como ciclista de
carreras es que antes de adaptar mí posición aerodinámica sobre la bicicleta debo
degustarla. Le doy un buen repaso con la lengua a las zonas de apoyo, el
manillar, el sillín y los pedales. La fibra de carbono de la horquilla y la
aleación de aluminio del cuadro son sustancias insípidas que apenas chupo. Eso
sí, relamo los platos y piñones sin freno, me pongo las botas con la grasa de
la cadena y con el barro de las cubiertas que se queda entre mis dientes paso
los finos radios de las ruedas y listo.
Versión extendida para ENTC (Esta noche te cuento). Tema: La bicicleta
DEGUSTACIÓN TUBULAR
Muchos deportistas de élite
recurren a diferentes rituales para atraer la buena suerte y ganar sus
encuentros. El bueno de Federico no era uno de ellos, pero sí era un supersticioso
empedernido amante del ciclismo. Su excentricidad inconfesable era
que, antes de adaptar su posición aerodinámica sobre su bicicleta de carreras,
sentía el impulso irrefrenable por degustarla como si fuera un helado. Escondido
en el almacén, se recreaba dándole un buen repaso con la lengua a las zonas de
apoyo: el manillar, el sillín y los pedales. La fibra de carbono de la
horquilla y la aleación de aluminio del cuadro eran sustancias insípidas, por
lo que apenas las chupaba. Se dejaba las mejores partes para el final. Volteaba
la bici del revés y relamía sus platos y piñones sin freno, se ponía las botas
con lo grasa de la cadena y, si quedaban partículas de barro entre sus dientes
al mordisquear las cubiertas, se pasaba los finos radios.
viernes, 12 de junio de 2015
LA ALMOHADA
Un minúsculo poro situado en mi
mejilla derecha se llena de sebo con facilidad. Es por el roce con la almohada,
lo tengo comprobado. Cada noche plancho mi cara en ella vuelta y vuelta,
hundiendo mi nariz en el hedor de su tejido captador de babas. Huele a mí; a rémoras que suspiran, a piel muerta que añora, a cantos fétidos que se pliegan,
a lágrimas encebolladas, a sedimentos, a gritos de fritanga…, a mis esencias. Y
todas ellas reposan en esa espuma amarillenta, podrida y nauseabunda que
engrasa mi piel y alimenta sin medida a ese orificio imperceptible.
jueves, 11 de junio de 2015
TEORÍA DEL COLOR
Los días soleados aprovechaba
para tender la ropa en la azotea. Había cuerdas de sobra, aunque la última vez estaban
todas ocupadas por centenares de calzoncillos; sujetos con una pinza y organizados
por colores. En la entrada, del negro al blanco había dispuestos una
cincuentena perfectamente escalonada. En la parte central se difuminaban de la
misma manera pero en gamas básicas: magentas, amarillos y azules. Y en los extremos,
predominaban los cromatismos secundarios: violetas, rojos y verdes. Una
distribución masiva de slips que llenaba de color el terrazo y descubría,
además del gran acopio, el talento singular de algún vecino.
miércoles, 10 de junio de 2015
LA BANDA DEL DIRECTOR
En el estómago del director sonaba
el rumor constante de un bombo, unos platillos sin brillo y el redoble lúgubre
de un tambor. Una triste y sombría percusión que marcaba sus lamentos intestinales.
Y en ese bálsamo desalentador que iba desarrollándose lentamente, se solapaba el sonido grave e imprescindible de las tubas, la solemnidad de
las trompetas y el acompañamiento fúnebre del resto de instrumentos. El carácter
de la marcha iba in crescendo, retronando
a cada paso y despuntando alguna estridencia inesperada propia de los
clarinetes; aguantando el tipo y disimulando como podía la procesión que le iba
por dentro.
Relato finalista en Wonderland el 27/06/2015
El relato ganador fue "Disimulo" de Lola Sanabria. También estuvieron entre los finalistas "Apego", de Juancho Plaza; "Nuestra canción", de Maria Fraile; "El perdón", de Miguel Ángel Flores, "Criatura del pecado", de David Moreno. Clica AQUÍ para leer sus micros.
Relato finalista en Wonderland el 27/06/2015
El relato ganador fue "Disimulo" de Lola Sanabria. También estuvieron entre los finalistas "Apego", de Juancho Plaza; "Nuestra canción", de Maria Fraile; "El perdón", de Miguel Ángel Flores, "Criatura del pecado", de David Moreno. Clica AQUÍ para leer sus micros.
martes, 9 de junio de 2015
LA INVASORA
La joven insensata salió a
estirar las piernas. Lo hizo con sumo cuidado; de puntillas. Aun así, fue
detectada. La luminosidad del día pasó de repente a tinieblas y la bóveda
celeste que se movía sobre la silenciosa ciudad se transformó en una cohorte de
nubes tormentosas que acompañaron a la amenazante y oscura cumulonimbus; la
reina de los fenómenos meteorológicos. Inmensa como una montaña, adoptó la apariencia
de una terrorífica bomba atómica, engendrando en sus entrañas un terrible ataque
de rayos y truenos para ser lanzado sin piedad sobre aquellos que osaban salir de
casa a dar un paseo.
martes, 2 de junio de 2015
ESPECTRO
El fantasma que habita con
nosotros mueve el Scalextric con el poder de su mente. Carlitos está encantado
con su habilidad, pero a mí me exaspera que ronde incorpóreo por la casa sin
aceptar su condición espectral. Sabe que esta dimensión no es la suya, que
debería marcharse, pero pasa de todo. Ocupa la mesa de mi difunto marido, hace
la siesta en su sillón y duerme en su lado de la cama, justo a mi izquierda.
Esta madrugada me ha despertado juguetón, ha estirado la sábana y se ha cubierto
con ella para que aprecie su tienda de campaña.
lunes, 1 de junio de 2015
EL UNGÜENTO AMARILLO
Me limpié solo un pie, el
izquierdo. El otro no lo necesitaba. Lo hice con un jabón de PH ácido, tal como
indicaba el breviario. Masajeé los dedos y la planta hasta conseguir esa espuma
jabonosa que mantuve unos minutos, lo enjuagué bajo el grifo del bidé con abundante
agua y lo sequé a golpecitos con papel de cocina. Después le extendí el
ungüento amarillo para que la piel lo absorbiera. El tratamiento hizo su efecto
rápidamente y la conversión apenas causó dolor. Realicé de nuevo el proceso, pero
esta vez en mi ojo derecho, el otro no lo necesitaba.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)