miércoles, 25 de abril de 2018

INSTRUCTOR DE VUELO


Soy Adam Britt, ingeniero aeronáutico. Llevo unas semanas enseñando a volar a una criatura alada y picuda. Tanto su peso como su envergadura son reducidos, y sus patas delgadas, fuertes, capaces de agarrarse a las ramas de los árboles. Sus alas son pequeñas, sin embargo eso no debería impedir que alzara el vuelo. El problema es que esta peculiar ave está demasiado pendiente de su aleteo, y así no logrará volar con soltura. Desde los tejados de las viviendas o las copas de los árboles, le sugiero que visualice el ascenso, el planeo, y que no piense en sus alas, pues si por un momento se pregunta cómo consigue volar caería en picado.

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