martes, 19 de junio de 2018

LA CIUDAD TRÉMULA


Mi casa ha sufrido un ictus. Estoy preocupado. Se han levantado las baldosas del comedor y el aspecto de las habitaciones ha quedado desfigurado. No es la misma. Una fuerte vibración la sacudió violentamente y derivó en esta contorsión permanente. No puedo abandonarla, así que seguiré habitando en ella, sin moverme mucho y obligándome a hacerlo todo con sumo cuidado. La oigo resquebrajarse un poco cada noche y veo como el polvo va recubriéndola con una segunda piel, pero tengo la esperanza de que los movimientos convulsos de esta ciudad vuelvan a zarandearla para que todo torne a su sitio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario