viernes, 6 de mayo de 2016

BOVINOS DE COMPANÍA

Los toros rechonchos son bestias afectuosas a las que cuesta matar en los ruedos; desvirtúan la fiesta y la encauzan a una realidad incruenta. Ante esa mimosa redondez, más propia de los peluches, el torero, agresivo por naturaleza, se ve incapaz de expresar su interioridad. El astado no le ayuda, se muestra pasivo, bondadoso, y de nada le sirve presentarle la muleta para que la siga, o provocarle con la espada. El animal no atiende a los lances de la lidia, y el pobre matador, que sufre en demasía, no es capaz de expresar todo el arte que lleva dentro.

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