viernes, 16 de marzo de 2018

OTRA VIDA


Cuando su situación se vio abocada a recorrer la ciudad como nunca lo había hecho antes, visitó todo aquello que podía visitarse, tanto de día como de noche. Descubrió otras perspectivas del espacio urbano, de su realidad, y pudo comprobar que todo estaba diseñado para que fuera una mierda. Menos las iglesias. En estos templos podía estar largo tiempo e imaginar que llegaba a su casa después del trabajo; se daba una reconfortante ducha con agua caliente y cenaba copiosamente junto a su mujer y su pequeña; luego veía un rato la tele y, sin verdaderas preocupaciones porque la vida le era satisfactoria y plena, se acostaba plácidamente en su mullida cama.

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