domingo, 23 de agosto de 2015

ESCUPIR POR DENTRO

Quien no aprecia (o hace desprecio) a la persona que más quiero, mina de rabia mi alma y hace que explosionen mis adentros. Quien se muestra desconsiderado, no perdona sus imperfecciones y no valora su infinita bondad, activa en mí un modo de convivencia automático. Si, repetidas veces, siento como la aplastan con desaires e intentan hundirla constantemente con su infecta arrogancia, puede que a esas malas personas les esboce una sonrisa y les ponga mi mejor cara, e incluso les diga lo que necesiten escuchar cuando vivan sus peores momentos, para que jamás intuyan la repulsa que me dan. 

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