miércoles, 20 de enero de 2016

MACROMOMENTO

El capitán Gehringer dio la orden de inmersión, pero el submarino siguió flotando en la superficie. Algo no funcionaba bien; tuvieron que repararlo. Algunos aprovecharon la incidencia acostándose en el suelo antideslizante de la cubierta para contemplar el catálogo de nubes que el día les brindaba, desatendiendo varias horas el ataque previsto contra el buque enemigo.
–¡Qué momento éste! –dijo uno suspirando.
–Más bien es un macromomento –respondió otro embelesado con el cielo.
–¿Qué ves en esas formas algodonadas?
–Cosas absurdas.
–¿Como cuáles?
–En esa pequeña veo a un señor zampándose un fuet a bocados, y en las de alrededor  lugares de alterne.

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